
Hoy quiero contar un poco más en detalle qué fue lo que me trajo a España, ya que muchos me preguntan cómo fue que hice para emigrar, sobre todo desde un país como Argentina donde todo siempre pinta mucho más difícil de lo que se cree.
Lo que leerás en este artículo es la parte «profesional», es decir, el trabajo que me permitió contar con los recursos económicos para poder tomar esta decisión.
Y también un poco de «magia», ya que nada de esto hubiera sucedido si yo no hubiera hecho caso a mi intuición.
Un Máster sobre Tráfico Digital y cómo conocí a Roberto Gamboa
Antes de emigrar, yo ya era emprendedora. Trabajaba por cuenta propia en Buenos Aires, Argentina, como Fotógrafa Profesional, haciendo fotos en eventos sociales y también fotografía de producto. Cuando comencé a dedicarme a la fotografía de producto, me topé con clientes que me pedían algunos servicios más que yo no brindaba, como por ejemplo, hacerles su página web o manejarles los perfiles de redes sociales. Siempre me caractericé por ser muy “buscavida” y todo lo que me sirviera para seguir haciendo crecer mi negocio, lo aprendía con gusto.
Así fue como comencé a estudiar de manera autodidacta diseño web y algo de manejo de redes, aunque en ese momento no tenía el auge que tiene actualmente (estamos hablando del año 2012 aproximadamente). Estudié bastante y ya en el 2018, brindaba varios servicios complementarios para emprendedores, aparte de la fotografía.
Como todo lo que fuera marketing comenzó a interesarme, aquí fue donde sucedió “la magia”: El algoritmo de Facebook empezó a mostrarme publicidades relacionadas al marketing, y entre esos anuncios… apareció el de Roberto Gamboa.
Si bien todo esto tiene una explicación técnica, yo siento que en parte fue obra del destino: en el fondo, yo estaba buscando la forma de viajar a otro país o buscarme la vida teniendo clientes en el extranjero, y el Máster fue la puerta de entrada para que todo eso sucediera.
Cómo pagué un Máster en euros viviendo en Argentina
Cuando me apunté a la Semana Trafficker en septiembre de 2018 (la primera en la historia del ITO!!), en ningún momento fui consciente de lo que iba a suceder y del impacto que este entrenamiento tendría en mi vida.
A medida que iban pasando las clases, comencé a sentir una gran conexión y una brutal identificación con todo lo que Roberto Gamboa nos contaba desde su experiencia. Veía en él todo lo que yo en el fondo anhelaba: Trabajar desde casa, poder hacerlo desde cualquier parte del mundo y tener buenos ingresos.
Bueno… creo que cualquiera soñaría con eso, no?
Pero a mí me resonó diferente… Si bien yo ya era emprendedora, era “mi propia jefa” y manejaba mis horarios, aún no podía disfrutar de buenos ingresos. El hecho de ser madre soltera me obligaba en cierta forma a trabajar más que cualquiera para poder sostener mi hogar monoparental, y físicamente no me era posible cubrir más eventos o sesiones de fotos, ya que también tenía que ocuparme de mi hija.
Además, la inestabilidad económica de mi país, siempre hizo que todo sea más difícil.
Por eso la promesa de esta nueva profesión digital me resonó tanto: si yo lograba trabajar desde casa, tal como prometía la Semana Trafficker, me sería mucho más fácil cuidar de mi hija. Y si además, podía tener clientes en cualquier parte del mundo y cobrar en dólares o euros, sería la solución a la gran inestabilidad de la moneda local.
No lo dudé. De verdad sentí que el cambio era por ahí.

Ahora bien… ¿Cómo hice para reunir el dinero para pagar la formación? Eso sí que parecía una misión imposible. Pero como dije antes, de alguna manera sentí que este era el camino para lograr un cambio en mi vida, lo creí de verdad.
Y lo más arriesgado de todo (y que muchas personas me cuestionaron) es que confié ciegamente en Rober. En ese momento, no existían “exalumnos”, ya que el Máster estaba abriendo sus puertas por primera vez, no teníamos la posibilidad de escuchar a otros cómo lo lograron, tal como yo te lo estoy contando ahora… no señor.
En ese momento era la palabra de Rober y nada más, los testimonios de sus clientes que habían obtenido grandes resultados gracias al trabajo de Roberto como Trafficker… y punto.
Confié.
Tuve mi entrevista inicial con el equipo de Rober y me explicaron que como hubo varios inscriptos, doblarían al grupo en dos, el primer grupo empezaba en octubre 2018 (y ya estaba completo) y el segundo grupo, en enero 2019. Eso me daba tiempo a reunir el dinero.
Por lo tanto, con unos pocos ahorros que tenía dejé una seña y empecé a romperme el coco buscando la manera de reunir el dinero. Parecía una locura, sí. Pero algo dentro mío me decía que era lo correcto.
Hice números sobre cuántas bodas (mi fuente principal de ingresos) podría cubrir de septiembre a diciembre (que por suerte era la temporada alta de trabajo) para poder reunir esa suma y ya no pareció tan “loco” el número final, era algo alcanzable. Asi que me puse manos a la obra para conseguir clientes de donde sea.
El final de esta historia es que no me fue tan bien con el trabajo, asi que recurrí al plan B: pedir dinero prestado. Yo estaba segura que podría devolverlo, ya que la promesa del Máster era que salías con clientes.
Parecía una locura… Pero junté coraje y lo que hice fue hablar con el mismo equipo del ITO. Les expliqué mi situación y les dije que me comprometía a pagar el dinero que faltaba una vez que terminara el Máster. Y para mi sorpresa, me dijeron que sí.
Eso me confirmó aún más que estaba frente a personas honestas, sinceras, y que de alguna manera el Universo me estaba diciendo a gritos que ese era el camino. Este gesto por parte del equipo de Rober es algo que jamás olvidaré. Sé que existen muchas críticas hacia él, pero la manera en que se han portado conmigo demuestra que son gente con un gran corazón y que de verdad hacían lo que hacían con el objetivo de ayudar a las personas.
En enero de 2019, logré mi objetivo: empecé a cursar el Máster y comencé un camino sin retorno, pero en el buen sentido! ya que todo lo que me sucedió de aquí en adelante fueron una especie de sucesos en cadena que me abrieron camino a mi tan ansiada libertad.

Por qué a algunos les ha funcionado el Máster y a otros no
Hay opiniones muy diversas respecto a este Máster.
Desde mi punto de vista, he comprobado que no era para todo el mundo y tal vez ahí fue donde falló el método.
Personalmente, el espabilismo es lo que a mí me permitió llegar a donde estoy, ya que además de brindar mis servicios como Trafficker a mis clientes, doy mucho más que eso, ya que de esa forma me permito tener un diferencial y variar mis ingresos.
Cualidades tales como ser buena diseñando, saber sobre el manejo de redes sociales, diseño web, email marketing, copywriting, son cosas que complementan mi trabajo e hicieron que poco a poco me ganara un lugar en el mundo del marketing digital.
Otro punto valiosísimo del Máster y que para mí es lo que lo hizo diferente a otras formaciones es el equipo de soporte: Los Tutores. El hecho de tener a tu disposición a un equipo de profesionales dispuestos a contestar tus preguntas, corregir tus ejercicios o enseñarte en base a su experiencia, para mí fue el gran diferencial. Todos los alumnos salen bien formados porque se saben respaldados y acompañados en todo momento.
Salir del Máster con Clientes
Hubo mucha confusión respecto a esta promesa. Muchos creían que “El Máster te daba a los clientes” al finalizar la formación. Eso era totalmente falso. ¡Y menos mal que así lo era!, pues es tal como afirma el antiguo proverbio chino: “Dale un pez a un hombre, y comerá hoy. Enséñale a pescar y comerá el resto de su vida”
Si Roberto Gamboa hubiera tenido una lista de clientes y los hubiera repartido al finalizar el Máster como si fueran pescados, hubiera sido un gravísimo error.
En el Máster, “te enseñan a pescar”, te enseñan a ganarte la vida como Trafficker, y lo bien que lo hacen!! Porque no se trata solamente de aprender a ser Trafficker, sino de incorporar la habilidades necesarias para salir a la calle y SABER captar un cliente, a cómo persuadirlo, a usar las palabras adecuadas.
Yo siempre me consideré una muy mala vendedora de mis servicios, y todo lo que aprendí en el Máster me ha venido de perlas para mejorar mis técnicas y vencer a mis propios fantasmas.
Por lo tanto, es cierto que terminabas el Máster “con clientes”: eran los clientes que tú mismo debías salir a buscar y lograbas cerrar gracias a todo lo aprendido.
Otro punto fuerte del Máster: La Comunidad
Otra clave que hizo diferente al Máster de Gamboa, es el valor de la comunidad, eso que hoy le llaman “Networking”. El intercambio y las sinergias que se generaban entre alumnos fue valiosísima. En mi caso, el haberme asociado con otros compañeros, fue lo que me permitió tener mis primeros clientes en el extranjero.
Durante el Máster se llevaba a cabo un reto que consistía en formar una Agencia con otros compañeros y conseguir clientes reales. Era una especie de “práctica” digamos, porque una vez tienes todas las herramientas, sales “a la cancha” a buscarte la vida.
Pero lo bueno es que no lo haces solo, lo haces en grupo, y eso hace que el impacto sea más llevadero. Para mí fue un gran desafío empezar a generar clientes con un grupo de personas que desconocía, pero también fue un gran aprendizaje.
Lo que en ese momento fue un grupo de unos 12 compañeros, pasado un tiempo quedó en una Agencia de 5 integrantes, y que a pesar de que ya no estamos activos trabajando como equipo, seguimos teniendo durante mucho tiempo una puerta de entrada a posibles clientes que consultaban en nuestra página web y nos siguieron dando trabajo de manera individual a cada uno de los integrantes.
Además, estas personas hoy son grandes compañeros y amigos que me han ayudado en mi travesía de migrar a España. Ellos fueron una de las claves para que yo tome la decisión de dejar mi país. Por eso sigo sosteniendo que desde que comencé el Máster, nada fue casual en mi vida, todo fue dándose de manera tan fluida y conectada que el camino se fue abriendo poco a poco ante mí para llegar a donde hoy estoy finalmente.

Mi boleto de ida: Ser Tutora en el Máster
En mayo de 2019 ya habíamos terminado el Máster y en mi cabeza no paraba de dar vueltas una idea: «si ahora soy Trafficker, tengo en mis manos una oportunidad única para finalmente dejar mi país y probar suerte en España.»
Y es verdad, lo tenía todo: una profesión que ya me estaba dando mis primeros clientes, una Agencia con compañeros españoles que también me estaba dando trabajo y la posibilidad de llevar a cabo ese trabajo en cualquier lugar del mundo.
Lo único que me faltaba resolver era mi situación legal, ya que no tenía en ese momento pasaporte europeo ni nada que me permitiera residir legalmente en España.
Acá se abre otro capítulo en mi vida que merece un post aparte… ya que me embarqué en una aventura un poco arriesgada pero con final feliz: Tramitar mi ciudadanía italiana en Italia.
Aquí te hago un resumen.
Como soy un poco arriesgada, me la jugué: para poder viajar, necesitaba algo seguro y estable que me permitiera llevar adelante todos los trámites de mi ciudadanía, costearlos y demás, por lo que se me ocurrió la idea de hablar con quien fue en ese entonces mi Tutor en el Máster, David Ubal, y preguntarle si existía la posibilidad de entrar al equipo de Tutores. Yo me sentía totalmente capaz, ya que también soy profesora (mi primera vocación), por lo que la enseñanza se me da muy bien.
Y la jugada me salió bien. No sólo me dieron el sí, sino que además me dijeron que ellos ya habían pensado en mí para formar parte del equipo de nuevos tutores, algo que me ensanchó el corazón a más no poder.
Y creo que esta fue la “frutilla del postre” que me permitió confirmar de verdad que este era el camino, que era momento de dar el paso, ya no había vuelta atrás.
Así fue como a partir del 1 de junio comencé a trabajar como tutora del Máster, mientras también atendía a mis propios clientes y gracias a esta “cascada” de trabajo logré reunir el dinero para emigrar (viajamos con mi hija el 14 de noviembre de 2019) y también para poder devolver el dinero que me habían prestado al iniciar esta aventura.
Los casos de éxito de los alumnos del Máster
Ser Tutora en el ITO me permitió vivir desde adentro la transformación de cientos de alumnos. Trabajé como tutora durante 3 ediciones, fue una experiencia increíble, tanto de crecimiento personal como de nuevos aprendizajes y experiencias compartidas.
Acá yo misma te confirmo que el éxito del Máster es real, no sólo porque yo lo viví ni porque nadie “me lo contó”, no señor: yo misma pude ver cómo muchos de los alumnos conseguían sus primeros clientes, cómo renunciaron a sus trabajos en relación de dependencia, cómo transformaban sus vidas, madres que al igual que yo lloraban de alegría al saber que a partir de ahora podrían disfrutar de una vida diferente junto a sus hijos.
Todo esto es real y nadie me lo ha contado, y ojo que también es real que algunos alumnos no lo han logrado, pero te puedo asegurar que nosotros como Tutores lo damos todo para que los alumnos logren sus objetivos, sabemos que es posible, porque antes hemos estado ahí, por eso creemos que la transformación es posible y que el que realmente quiere y se lo propone lo logra.
Echarle la culpa a la pandemia
A fines de septiembre del 2020, me despedí del equipo de tutores del ITO. Llegó el momento de decir adiós y comenzar un nuevo camino.
Al principio me dio un poco de vértigo, económicamente hablando, ya que a todos nos da cierto temor soltar las amarras de “lo seguro”, de lo estable. Pero en el fondo sabía que era totalmente capaz de empezar a construir esta nueva etapa.


Pero lamentablemente, los primeros meses me ganó el miedo. Por alguna razón, no lograba cerrar ningún cliente. Parecía una especie de “maldición” o mala racha, realmente no lo sé… pero de verdad que la cosa se puso fea y caí en un pozo del que me costó salir.
Nada mejoró hasta que no toqué fondo y entendí que el problema era yo y no las circunstancias. (la realidad es que no paraba de echarle la culpa de todo a la pandemia)
Curiosamente, cuando nos suceden estas cosas y tocamos fondo es donde a veces uno se replantea muchas cosas. Ese fue mi caso y gracias a esta crisis que me tocó vivir comencé a hacer un gran trabajo interior.
Decirme a mi misma “yo soy capaz”, “yo creo en mí”. Y por arte de magia, todo empezó a ordenarse y los clientes empezaron a llover, LITERAL, al punto de que hoy estoy teniendo que decirles que no a muchos de ellos porque no me dan las horas del día para poder atenderlos.
Lo que quiero decir con todo esto, es que siento que todos tenemos las mismas oportunidades, todos salimos del Máster con las mismas herramientas. Depende de nosotros lo que hacemos con ellas y qué tanto nos esforzamos para lograr el objetivo.
En definitiva, entendí que las circunstancias no son las responsables, sino la manera en la que yo me estaba enfrentando a ellas.

Ser Trafficker Digital, la nueva profesión y las mil oportunidades
Como te contaba al principio de este artículo, en mi experiencia personal, el Máster me ha abierto las puertas a un mundo que era totalmente desconocido para mí. Gracias al Máster he conocido otras profesiones y posibilidades de trabajo que hasta el momento desconocía.
El Marketing Digital hoy está en auge y todo lo que esté relacionado a construir la presencia online de cualquier tipo de negocio es una nueva posibilidad que se abre, y con ella, un sinfín de oportunidades laborales que puedes desarrollar.
¿A qué me refiero con esto? Te lo detallo:
Trafficker Digital: Esto como primera cosa. Ser capaz de llevar adelante la compra de tráfico para cualquier tipo de negocio: Infoproductores, Ecommerce, Negocios Locales, etc.
Construcción de Embudos: En el Máster también aprendí a construir embudos de captación, es decir, las “páginas de aterrizaje” a las cuales llegan las personas que has captado con el tráfico y que luego conducirás hacia un objetivo puntual. En la formación, te enseñan a que el Trafficker se encarga de todo: compra de tráfico, construcción del embudo, desarrollo de los copys y creatividades para los anuncios, etc. Pero en la vida real, existen profesionales que se encargan de cada una de estas cosas por separado, es decir, existe la figura del constructor de embudos, del copywriter, del diseñador gráfico…. Por lo que si resulta que alguna de todas estas tareas te gusta más que las otras, puedes seguir formándote y estudiando para dedicarte de manera más profesional y exclusiva a una de ellas.
Copywriter: Como te comentaba en el punto anterior, en el Máster se aprenden nociones básicas de copy, pero existen formaciones específicas para aprender a ser un Copywriter. Incluso a mí me han dado muchas ganas de formarme como tal, ya que me encanta escribir (creo que te habrás dado cuenta jeje…). Entonces creo que es genial saber que si algún día me canso de ser Trafficker, tengo más herramientas y oportunidades para seguir creciendo y trabajando en otros nichos.
Marketing de Afiliación: Si lo tuyo no es el trato con clientes, no te preocupes, porque aquí tienes una gran oportunidad de trabajo que en este mismo momento está en pleno desarrollo y que siendo Trafficker Digital la podrás llevar adelante con total seguridad. Se trata del Marketing de Afiliados, que consiste en hacer campañas para promocionar cursos o productos de otras personas y llevarte una comisión por ello.
Luego se desprenden muchas otras ramas que te pueden aportar conocimientos extras y que te pueden permitir brindar a tus clientes un diferencial, como lo son el diseño gráfico, la gestión de redes sociales, estrategia, diseño web, etc.
Ser madre soltera y emprender
He dejado para el final lo que para mí fue el comienzo de todo.
Sólo una mamá sabe lo frustrante que es tener que pasar todo el día fuera de casa trabajando y no poder ser una madre presente y disfrutar de los hijos. Y si incluso estando en pareja, a veces es necesario salir a trabajar los dos, imagínate estando sola…
Esta fue mi situación desde el comienzo de mi historia como mamá. Quedarme sola con un bebé a los 25 años fue un golpe de realidad muy duro. Si bien mi familia estuvo a mi lado en todo momento, el poder lograr mi independencia y alcanzar la vida que yo quería dependía solamente de mí.
Luego de trabajar como maestra durante más de 10 años y habiendo emprendido como fotógrafa, aún no lograba esa estabilidad económica que deseaba para poder darnos a mi hija y a mí la vida que quería. Es por eso que conocer la profesión de Trafficker Digital significó para mí el punto de partida para finalmente lograr eso que tanto anhelaba.
Hoy mi hija ya es adolescente y los tiempos y las necesidades son otras, pero siento que para una mamá con niños pequeños, esta profesión puede darle la posibilidad de pasar más tiempo con ellos, de trabajar desde casa y poder lograr esa conciliación familiar que muchas mamás anhelan y no logran conseguir mediante los trabajos habituales.
Conclusión
Me tardé unos años en escribir este artículo (hoy es 14 de febrero de 2021), y la razón es porque de verdad necesitaba cerrar un ciclo y comprobar que todo lo que he aprendido funciona y que aquella TRANSFORMACIÓN de la cual Rober me hablaba allá por el 2018 era totalmente cierta.
Hoy puedo decirte que logré mi objetivo, que tengo la suerte de estar viviendo en Madrid, algo que creí que jamás lograría, que tengo la fortuna de tener un trabajo que a pesar de cualquier circunstancia (incluso la pandemia del covid) no me dejará en la calle.
Y lo más importante de todo, es que todo este proceso, me ayudó a confiar en mí: porque no fue el Máster lo que me transformó la vida, sino el haber sido capaz de tomar las riendas, animarme y confiar en que otro modo de vivir es posible.
Sólo es cuestión de proponérselo e ir por ello.











